Al final, cuando Yellow
Jacket trajo a las 6.30h el barreño de agua, no me acordaba de lo que había
soñado. Como la mayoría de los días.
Lo que era incuestionable
es que el sol ya estaba dejando abajo la cresta del volcán Shira y había
amanecido el tercer día. Uno de los que preveíamos más duros tanto por la
longitud, como por la altura que alcanzaríamos.
El porridge se olía sin
necesidad de entrar en la tienda comedor, por lo que al ver en el interior la
alternativa de salchichas y tostadas con mantequilla y mermelada, decidimos
compartir las gachas con los autóctonos, quienes dieron buena cuenta de ellas.
La ruta comenzaba
nuevamente de forma espectacular. Llegamos a la zona volcánica y la escasa
vegetación compuesta por retamas y algún senecio iba desapareciendo.
Es impresionante caminar
sobre las lenguas de lava, y tratar de imaginar como se fue formando el macizo
montañoso hace medio millón de años por acumulación de piroclastos y otros
residuos volcánicos.
El Kilimanjaro es un
estratovolcán, y esta era la etapa para ir contemplando a la perfección las diferentes
capas de magma de cada erupción que habían levantado el Kibo. Aunque se cree que la última gran erupción tuvo lugar hace
360.000 años, ha habido actividad volcánica posterior y aun hoy se le considera
un volcán dormido. El cráter Reusch, interior a Kibo, de
1,3 km de diámetro es uno de los resultados de esta actividad posterior, como
también lo es el Ash Pit, una fosa de cenizas dentro
de Reusch que solo tiene cientos de años de antigüedad.
Tras tres
horas subiendo con la sensación de que caminábamos por encima de las nubes,
llegamos a uno de los lugares más míticos de la ascensión al Kilimanjaro. La
Torre de Lava, también conocida como el diente de tiburón.
Es el punto
más alto de la jornada de hoy (4.600m) y para aprovechar la jornada de
aclimatación decidimos parar ahí a comer. El paisaje y las vistas desde Lava
Tower son igualmente espectaculares aunque por motivos diferentes de los días
anteriores. Ahora que lo vemos con tanta asiduidad, el paisaje que nos rodeaba
recordaba a la superficie de Marte. Sin plantas, sin agua, suelo rojo. La única
diferencia era el glaciar sobre el Kibo, que empezábamos a ver cada vez más
cerca.
Desde ahí
hasta el campamento, teníamos otras dos horas con una bajada bastante
pronunciada que hicimos con cuidado por la enorme cantidad de piedra suelta que
había. Por debajo de 4.000m volvieron a aparecer las lobelias y los senecios,
algunos de ellos de 5m.
Ocho horas
después de partir de Shira, llegamos al campamento de Barranco Hut. En mi
opinión, el más espectacular de todos los que hemos conocido.
Aunque
llegamos bastante cansados por la distancia recorrida y el desnivel sorteado,
al contemplar los alrededores del campamento, y aunque Saleem se fue a echar la
siesta harto de parar cada vez que nos queríamos hacer una foto (unas setenta
veces cada día) no pudimos evitar seguir andando para inspeccionar cuanto nos
rodeaba.
Al oeste del
campamento, está el barranco, que tiene una caída vertical de unos 200 metros
hasta el río que transita por abajo por un tremendo valle desde el que está
comenzando a subir la niebla hacia el campamento. Al este tenemos un inmenso
palmeral formado por decenas de enormes senecios, y al norte, la cima del
Kilimanjaro reflejando con sus nieves la luz del atardecer hacia las tiendas.
Impresionante.
Ese día,
Yellow Jacket decidió separarnos la cena del siguiente desayuno trece horas y a
las 18.00h nos tenía comiendo la sopa juliana con arroz para quitarse los
trámites de en medio cuanto antes.
Que vistas! Que plantas!! Que aventura!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Que chotismo !! Y es que no se pasa ni con la subida del IVA.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCon la venta de estos paisajes de esa forma, acabarás consiguiendo que se termine de petar el Kilimanjaro. Te van a declarar persona non grata.
ResponderEliminarEs impresionante.
Verás como no. Si además ya tengo pandilla allí.
EliminarBesos.
Que diferencia de paisaje tan brutal. Increíble lugar !
ResponderEliminarPues verás mañana y pasado ....
EliminarQue pensativo se te ve ahí con las patillas colgando, viendo como se avecinan las nubes por el barranco. ¿Hacía ya fresquete no?
ResponderEliminarLas nubes se quedaron ahí, no subieron más, y lo de pensar .... era uno de los mejores entretenimientos por la zona.
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