Machame Route - Kilimanjaro. Día 5



Sabiendo que hoy era un día corto, y además el último “relajado”, abandonamos el campamento de Karanga sin muchas prisas. El objetivo de la jornada es llegar a Barafu (4.600m) rápido para almorzar allí lo antes posible e intentar cenar también pronto.

El camino es enormemente rocoso y la única vista que tenemos en frente es la cima del Kibo. Aunque el ascenso hasta el próximo campamento no es duro, pasamos un buen rato sin hablar, probablemente porque vamos todos pensando que al día siguiente a estas horas ya sabremos si hemos sido capaces de subir hasta la cumbre.

No parece que sea miedo escénico porque somos “muy valientes”, pero el caso es que los silencios son cada vez más grandes y estamos palideciendo pese al sol que nos viene dando estos días. Serán los porridge ….

Saleem, que se empezó a oler el cotarro, se puso delante y empezó a cantar “follow de leader, leader, follow de leader … sígueme, sígueme”. A partir de ahí, fuimos el resto del camino comentando anécdotas del Kilimanjaro y disfrutando de las vistas.

A lo largo del día, observamos que bajaban porteadores desde Barafu camino de Karanga. Resulta que en el último campamento no hay agua cerca, y la tienen que transportar desde el campamento que habíamos abandonado por la mañana. Una vez más, los porters nos humillan duramente y nos demuestran su fortaleza. Mientras nosotros hemos realizado tres cuartas partes del recorrido de hoy, a ellos les ha dado tiempo a recorrerlo entero, dejar allí las tiendas y comenzar de nuevo la bajada hacia Karanga para llenar en el río de allí los bidones y volver a subir a Barafu. No somos nadie.

Llegamos a Barafu tres horas después de partir de Karanga, y al primero que nos encontramos allí fue a Alex. Estaba pletórico porque acababan de bajar con éxito de la cumbre, y solo porque el resto de su expedición estaba derrengada y esparcida por las tiendas El agotamiento y el mal de altura los tenía fulminados, lo que hizo que de nuevo se nos fuera la color. Nos enseñó las fotos de esa misma mañana en la cima, y nos habló de la congelación pasajera y el tono morado que había experimentado en dos de sus dedos. Blanca nuclear teníamos ya la cara.

Barafu es con diferencia el campamento más duro de todos en los que hemos pernoctado. No existe ningún tipo de vegetación, los cuervos y las tórtolas que venían con nosotros durante la ascensión han desaparecido, y las tiendas están colocadas bastante separadas en los huecos que deja el pedregal en que consiste el campamento.

A las 13.30h ya habíamos almorzado, y tras una charleta montañera en la tienda comedor y un paseo de sobremesa, a las 17.30h son sentamos a la mesa para cenar.

Spaguetti a la watermelon !!, exclamó Kiko.

Antes de tomarnos la pasta, disfrutamos de un exquisito aperitivo de jamón y lomo ibérico que nos había regalado Alex. Dimos buena cuenta de los manjares brindando por Alex y Javi que ya tenían la cumbre en la talega, y de lo nuestro ni hablábamos ….

Tras el jamón y los spaghetti, a - 8º C dentro de la tienda comedor, vimos una vez más como se subía la cremallera y a aparecía Saleem … How was the day ?

Esta vez venía a darnos el briefing acompañado de Benja y otro guía. Serían los que nos acompañarían hasta la cumbre. Tres guías para cinco podría querer decir que eran muy atentos, o que daban por hecho que más de uno de nosotros tendría problemas .... El caso, es que nos anunciaron que a las 23.00h tocarían diana y que fuéramos a desayunar muy, pero que muy abrigados.

Nos fuimos al saco con dificultades para respirar. No por la altura, sino porque algo que teníamos de corbata nos oprimía la garganta.  
























Machame Route - Kilimanjaro. Día 4



Si me llegan a decir antes de venir que iba a dormir diez horas seguidas a casi 4.000m de altitud, me habría apostado un jamón a que no. Suerte tuve de que nadie me lo propusiera, porque hoy he dormido de 21.00h a 06.30h del tirón. Por si fuera poca buena noticia, Yelow Jacket nos ha traído los porridge sin vinagre, con lo que hoy, además de tostadas con mantequilla y mermelada y sándwich de salchichas, hemos comido también cereales.

Empieza así el día de forma inmejorable. Lo único malo es que hoy nos vamos a separar del grupo de Alex y Javi, pues ellos intentarán hacer la cumbre mañana, y nosotros hemos decidido aclimatarnos un día más. Mientras hacemos los estiramientos diarios, nos despedimos de ellos, les deseamos suerte, y les pedimos que presenten nuestros respetos al Pico Uhuru a quien si nada lo impide conoceremos en dos días ….

El objetivo de hoy para nosotros será Karanga Hut. Un campamento a 9 kilómetros de Barranco y 4.200m de altitud. Los que quieren intentar la cumbre al día siguiente, harán el mismo recorrido que nosotros por la mañana, y por la tarde recorrerán otros 8 kilómetros hasta Barafu Hut, a 4.670m.

A las 8.30h partimos camino de Karanga y nos acordamos de lo que nos había dicho Saleem de víspera en el momento “How was the day”: ... “Mañana, id sin bastones, que necesitaréis las manos para agarraros …

Debíamos subir una pared de lava vertical de unos 350 m de altura, a través de un pequeño camino de un metro de ancho horadado en la pared desde el que más valía no mirar para abajo.

Kiss the wall !  Kiss the stone !. Íbamos escuchando constantemente.

Supimos el día de la cima que esta no sería la parte más dura de toda la ascensión, pero si la más peligrosa. Era un mal sitio para caerse al suelo, así que como siempre, decidimos hacer caso a Saleem, y fuimos agarrando las piedras con las cuatro extremidades como pudimos - cual cabra hispánica -, dándonos mientras besos de tornillo con la pared.

Cuando completamos la pared y llegamos a una pequeña meseta de piedra, apareció majestuoso por encima de un mar de nubes que teníamos a nuestros pies, el Monte Meru. Otro estratovolcán (este activo), que es el segundo monte más alto de Tanzania con 4.566m de altitud. Este pico es además famoso porque dicen que es el mejor mirador del Kilimanjaro.

Mientras contemplábamos el reluciente glaciar sobre la cima del Kibo, continuamos con nuestro paseo por las nubes hacia Karanga, donde llegamos a medio día.

Este campamento es ya claro de alta montaña. Las tiendas se ubican en pequeños espacios libres de piedras, y después de comer, la temperatura cae claramente por debajo de 0ºC. Las nieblas evolucionan con mucha rapidez y lo mismo contemplamos el cielo absolutamente despejado que no vemos más allá de dos metros.

Finalmente volvimos a tener suerte y el anochecer en Karanga fue gélido pero espectacular. No había nubes más altas que nosotros, y pudimos contemplar como el sol se escondía por la espalda del Meru y como el color del cielo iba evolucionando de azul celeste a naranja, violeta, azul oscuro y negro hasta que en menos de una hora la Cruz del Sur volvía a marcarnos la hora de irnos a la piltra …









Kiss the wall Alex !

Kiss the stone !











Karanga Hut


Lujo de pollo con patatas


Niebla antes de anochecer

See you tomorrow Meru !




Machame Route - Kilimanjaro. Día 3



Al final, cuando Yellow Jacket trajo a las 6.30h el barreño de agua, no me acordaba de lo que había soñado. Como la mayoría de los días.
Lo que era incuestionable es que el sol ya estaba dejando abajo la cresta del volcán Shira y había amanecido el tercer día. Uno de los que preveíamos más duros tanto por la longitud, como por la altura que alcanzaríamos.
El porridge se olía sin necesidad de entrar en la tienda comedor, por lo que al ver en el interior la alternativa de salchichas y tostadas con mantequilla y mermelada, decidimos compartir las gachas con los autóctonos, quienes dieron buena cuenta de ellas.
La ruta comenzaba nuevamente de forma espectacular. Llegamos a la zona volcánica y la escasa vegetación compuesta por retamas y algún senecio iba desapareciendo.
Es impresionante caminar sobre las lenguas de lava, y tratar de imaginar como se fue formando el macizo montañoso hace medio millón de años por acumulación de piroclastos y otros residuos volcánicos.
El Kilimanjaro es un estratovolcán, y esta era la etapa para ir contemplando a la perfección las diferentes capas de magma de cada erupción que habían levantado el Kibo. Aunque se cree que la última gran erupción tuvo lugar hace 360.000 años, ha habido actividad volcánica  posterior y aun hoy se le considera un volcán dormido. El cráter Reusch, interior a Kibo, de 1,3 km de diámetro es uno de los resultados de esta actividad posterior, como también lo es el Ash Pit, una fosa de cenizas dentro de Reusch que solo tiene cientos de años de antigüedad.
Tras tres horas subiendo con la sensación de que caminábamos por encima de las nubes, llegamos a uno de los lugares más míticos de la ascensión al Kilimanjaro. La Torre de Lava, también conocida como el diente de tiburón.
Es el punto más alto de la jornada de hoy (4.600m) y para aprovechar la jornada de aclimatación decidimos parar ahí a comer. El paisaje y las vistas desde Lava Tower son igualmente espectaculares aunque por motivos diferentes de los días anteriores. Ahora que lo vemos con tanta asiduidad, el paisaje que nos rodeaba recordaba a la superficie de Marte. Sin plantas, sin agua, suelo rojo. La única diferencia era el glaciar sobre el Kibo, que empezábamos a ver cada vez más cerca.
Desde ahí hasta el campamento, teníamos otras dos horas con una bajada bastante pronunciada que hicimos con cuidado por la enorme cantidad de piedra suelta que había. Por debajo de 4.000m volvieron a aparecer las lobelias y los senecios, algunos de ellos de 5m.
Ocho horas después de partir de Shira, llegamos al campamento de Barranco Hut. En mi opinión, el más espectacular de todos los que hemos conocido.
Aunque llegamos bastante cansados por la distancia recorrida y el desnivel sorteado, al contemplar los alrededores del campamento, y aunque Saleem se fue a echar la siesta harto de parar cada vez que nos queríamos hacer una foto (unas setenta veces cada día) no pudimos evitar seguir andando para inspeccionar cuanto nos rodeaba.
Al oeste del campamento, está el barranco, que tiene una caída vertical de unos 200 metros hasta el río que transita por abajo por un tremendo valle desde el que está comenzando a subir la niebla hacia el campamento. Al este tenemos un inmenso palmeral formado por decenas de enormes senecios, y al norte, la cima del Kilimanjaro reflejando con sus nieves la luz del atardecer hacia las tiendas. Impresionante.
Ese día, Yellow Jacket decidió separarnos la cena del siguiente desayuno trece horas y a las 18.00h nos tenía comiendo la sopa juliana con arroz para quitarse los trámites de en medio cuanto antes.
Tras contemplar nuestro tercer anochecer montañero - esta vez sobre Barranco Hut -, nos recogimos en las tiendas a varios grados bajo cero pensando en que el día siguiente sería el previo …..     





















 Lobelia del Kilimanjaro






Mañana subimos la pared por la derecha