Una
estrenduosa tromba de agua me despertó antes de que sonara el despertador. Caguenlamar !!,
maldije. Tendré que correr con chubasquero y necesitaré más agua de la prevista.
Toca enfundarse la camelback. No
quería correr con mochila para ir más cómodo, pero a última hora el chaparrón
me hizo cambiar de estrategia.
Faltaban
dos horas y media para que dieran la salida de otra edición del Maratón Sierra
Norte, y esta pintaba pasado por agua.
Mientras
desayunaba las tostadas cargadas de miel y un buen tazón de cereales, iba
pasando revista a las camisetas y maillots disponibles, hasta que finalmente
decidí ir de verano y que fuera lo que Dios quiera.
En
la línea de salida, nos juntamos dieciséis amigos, pero resultábamos
insignificantes entre las más de quinientas MTB que estaban dispuestas detrás
del arco de salida.
Para
evitar piñas y montoneras en la salida, y que cada uno se fuera colocando en su
sitio, la organización (los chicos del Club Madroño) decidieron que los dos primeros
kilómetros fueran neutralizados desde Cotos de Monterrey hasta la rotonda de
acceso al pueblo de Venturada.
Desde
allí hasta la vuelta a la meta, nos faltaban 76 kilómetros que transitarían por
los alrededores de Cabanillas de la Sierra, La Cabrera, Medio Celemín, Lozoyuela,
El Berrueco, El Atazar …., infinidad de senderos, pistas por bosques de pinos y
robles, trialeras, dehesas y arroyos.
Tras
un recorrido espectacular, y casi cinco horas a pico y pala, fuimos llegando uno
a uno a la meta con una sonrisa, pensando en lo difícil que será que el año que
viene no volvamos a estar en la línea de salida.
Esta
entrada y mis agujetas van por ti, bro, que decidiste en el Km. 21 reservarte
para el año que viene.
¿Quien es el de la yoya gorda?
ResponderEliminarAnónimo. En esa bajada, que conoces bien, la gente volaba. En condiciones normales es bastante técnica, pero cuando llevas 70 km subiendo y bajando peñas, las piernas y los brazos se van resintiendo, las fuerzas escasean y el porcentaje de yoya se dispara ...
EliminarAcojonante. Nunca he ido en bici por allí, pero conozco bien el Pico de la Miel y el Medio Celemín y es una pasada.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Cuando quieras un día, te vienes por Cotos y nos hacemos una ruttita por allí.
EliminarYa sabes lo que dice el señor H. "Sarna con gusto, no pica". Si podéis soportar el dolor de los alerones fuera de su sitio, va a poder con vosotros la sarna jeje. !Pues no tiene que picar!
ResponderEliminarVeo que te vas quitando el óxido.
Lo de los alerones, ni lo mentes, que el desmontaje y posterior montaje no es nada recomendable.
EliminarEso si, si forma parte de la factura, habrá que pagarla :-)