Pico Abantos (San Lorenzo del Escorial)

Fecha: 18 de diciembre de 2.011
Equipo: Alex, Dani, Jorge, Jara y Juan
Cima: Pico Abantos (1.753 m)
Desnivel: 618 m

Después de deshojar el sábado la margarita entre el trialismo y el montañismo, la balanza se desequilibró esta vez a favor de lo segundo, lo que hace que contraiga una deuda con mi Beta y con todos los que me enseñaron a embragar …, que procuraré satisfacer más adelante por este mismo conducto.

A lo que vamos, no hacía una escapada de trekking-ascensión desde que subimos el Pico del Nevero el pasado mes de noviembre, así que había que seleccionar una cima para echarla a la talega este domingo por la mañana.

Y dado que esta semana hemos escuchado tantas noticias sobre la familia real y los movimientos de alguno de sus personajes en el Museo de Cera, era un momento extraordinario para acercarnos al Monasterio de San Lorenzo del Escorial, donde está la cripta en la que reposan los restos de la mayoría de los reyes de España, y el misterioso pudridero en el que pasan 25 años antes de pasar a la Cripta.

La mejor vista del Monasterio, de todo el pueblo, y en general de toda la comarca, la tenemos en lo alto del Pico Abantos, en cuya ladera septentrional Felipe II mandó construir el Real Sitio. Y esto no podía ser por casualidad.

Cuando el primer emperador “global” de toda la historia del mundo decidió construir su tumba en la falda del Monte Abantos, tenía que ser por algo, y la mejor forma de tratar de averiguarlo era inspeccionar el terreno desde el propio Monasterio hasta la cima ….


Risco de Benito y Pico Abantos

Así pues, a las 9.00h estábamos ya pertrechados en el robledal que envuelve el Embalse del Romeral, para comenzar a subir hacia el pico, pese a que a esa hora en El Escorial no hacía ni frío ni calor. Vamos 0º C.

Dejando el embalse del Robledal a mano izquierda, tomamos un camino que finaliza en unas escaleras por las que descendemos hacia el arroyo del Romeral. Vamos realizando el recorrido en dirección contraria a las aguas por una zona de vegetación espectacular. Continuamos nuestro camino, con escasa pendiente, y pronto llegamos a la fuente de la Teja, que queda un poco a la derecha del camino, y algo más adelante alcanzamos la fuente de la Currutaca, ésta queda justo a la izquierda de nuestro itinerario. Vamos caminando por un enlosado de piedra, que hace de funciones de tejado de la conducción del agua del arroyo y que nos permite seguir avanzando por dentro de la vaguada durante un largo tramo.

Una vez concluido este camino de piedra, giramos hacia la derecha para intentar alcanzar el Risco de Benito por su cara sur, e intentar ir por la horizontal desde allí hasta el Pico Abantos.


Vamos para arriba !


Comenzamos la ascensión del tramo de mayor desnivel, y después de una hora caminando nos encontramos al pie del sendero un regalito del que di buena cuenta en la cena: media docena de tricolomas nudum. Todo iba a pedir de boca …


Pie Azul a la cazuela


Lágrimas del Abantos (fresquitas)

A las dos horas y cuarto habíamos alcanzado la caseta del Risco de Benito, donde está la mejor vista de San Lorenzo de El Escorial y de las Machotas. Nos hicimos unas fotos y no aguantamos más de 5 minutos allí, porque el viento que soplaba (a no más de -3ºC) en el mirador era terrible. Además nuestra compañera Jara, no se encontraba muy cómoda pisando el mallazo que gravitaba sobre el vacío …

Desde allí, el camino hasta la cima del pico era coser y cantar. Solo había que sortear un desnivel de 53m, y podríamos disfrutar de las magníficas vistas desde el punto más alto, así que nos dirigimos allí como abantos.


Caseta del Risco de Benito


¿Abantos? Siempre pensamos en el torpe que se lo quiere comer todo, en el sentido de avariento. Pero no. Un abanto es un alimoche. Un ave rapaz semejante al buitre, pero con la cabeza y el cuello cubiertos de pluma, y en sentido general, cualquier buitre. Pues bien, la verdad es que no vimos ningún ejemplar hasta que pasamos a la cara norte - ya en ávila -, y vimos uno en solitario que nos sobrevoló como “botón de muestra”.


Una vez en la cara norte el frío se intensificó en la cima, así que decidimos bajar unos metros rápidamente. Los árboles estaban tan helados, que el expedicionario más junior comparaba la estampa con Las Crónicas de Narnia, y decidió meterse entre los árboles buscando a Aslan para pedirle ayuda para hacer el descenso más rápidamente.


Las Crónicas de Narnia

Como Aslan no acudió en nuestra ayuda, decidimos hacer una parada en un claro soleado y sin viento, para reponer fuerzas dando buena cuenta de un poco de queso, fuet, nueces y unos plátanos que nos llevarían al Escorial con una sonrisa de oreja a oreja !!



Una vez más, cuando volvíamos en el coche a Madrid íbamos rememorando la ascensión, juramentándonos para subir pronto otra cima, y repetir lo antes posible la experiencia.

5 comentarios:

  1. ¡¡¡SOIS UNOS FENÓMENOS!! SOBRE TODO EL"BENJAMÍN".SU BISABUELO ESTARÍA ORGULLOSO DE ÉL ,YA QUÉ VERANEANDO EN EL ESCORIAL ,ALLÁ POR LOS AÑOS 20 ,RECORRIÓ AQUELLOS MONTES CON ASIDUIDAD.CUANTO LE OÍ HABLAR DE PICO ABANTOS ,Y ESO ES DE LO POCO QUE NO HA CAMBIADO EN EL ESCORIAL JUNTO CON EL MONASTERIO.
    QUE FOTOS, QUE NATURALEZA, QUE BELLEZA, Y TAN CERCA DE MADRID.
    A LA PERRA NO ME LA DEIS ESAS PALIZAS,QUE ES MENOS "ANIMAL "QUE VOSOTROS!!

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  2. Ole con la expedición. Del Museo de Cera a las Crónicas de Narnia, pasando por el pudridero. Juanito, entrénanos y en las próximas excursiones o carreras irás con lastre.

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  3. La proxima me apunto, con desfibrilador eso si

    Un abrazo Juanito

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  4. Estás que te sales Juan. Te veo en plena forma y los textos están dpm. Ya no me pierdo el blog.

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